Serie: Cuando Dios Interviene en Tu Ruta Profética
📖 Lectura bíblica: 2 Reyes 2:9-15
🗓️ Devocional – 19 de abril de 2025
✍️ Por el Pastor Moisés Herrera
🔥 TEXTO CLAVE:
“Alzó luego el manto de Elías, que se le había caído, y volvió, y se paró a la orilla del Jordán.”
📖 2 Reyes 2:13
🌩️ EL REPENTINO QUE MARCA UNA TRANSICIÓN
Hay momentos en los que Dios no consulta a nadie para intervenir. Lo hace repentinamente y cuando lo hace, deja huellas eternas. El día que Elías fue llevado, el cielo no solo se abrió para él, sino también para Eliseo. Ese día no se trató solo de una partida, sino de un traslado espiritual del manto.
Eliseo no recibió el manto en la calma, lo recibió en medio del dolor, del clamor y de una escena de despedida. El manto cayó en el momento exacto donde se terminó una etapa y comenzó otra.
Dios no improvisa, Él activa.
🕊️ EL MANTO NO SE HEREDA POR COSTUMBRE, SINO POR CLAMOR
“Te ruego que una doble porción de tu espíritu sea sobre mí” (v.9)
Eliseo no se conformó con admirar a Elías, él pidió lo intangible, lo que no se ve, lo que solo los que entienden el lenguaje del manto saben pedir: la doble porción. No pidió fama, no pidió título, pidió el espíritu detrás del ministerio.
El clamor que provoca el cielo no es el que busca reconocimiento, sino el que anhela función. Eliseo entendía que lo que sostenía a Elías no era su túnica, sino su espíritu.🔁 EL MANTO CAE, PERO HAY QUE LEVANTARLO
“Y tomando sus vestidos, los rompió en dos partes. Alzó luego el manto de Elías…” (v.12-13)
El manto cayó, pero no se pegó al cuerpo de Eliseo. Cayó al suelo. ¿Por qué? Porque aunque Dios envía el manto, tú debes decidir si lo recoges o no. Eliseo rompió sus vestiduras, es decir, su pasado, su identidad anterior, su modelo viejo… y luego levantó el manto.
Los que no quieren romper sus viejas formas jamás sabrán lo que es andar en nueva unción. No puedes tener el manto de Elías y seguir pensando como el hijo del agricultor.
EL MISMO MANTO, PERO UNA NUEVA MANIFESTACIÓN
“¿Dónde está Jehová, el Dios de Elías?” Y así que hubo golpeado del mismo modo las aguas, se apartaron…” (v.14)
Dios no se fue con Elías, Dios siguió con el que tomó el manto. Eliseo no dijo: “¿Dónde está Elías?”, sino “¿Dónde está Jehová?”. Él entendió que el manto es un canal, no la fuente. Es un símbolo, pero la gloria es de Dios.
Cuando golpeó el Jordán con el manto, las aguas no respondieron a la tela, sino al cielo que respalda al que se atreve a actuar en fe.
Hay mantos que han sido soltados en tu atmósfera espiritual. Quizá no han caído con música ni con aplausos, sino en medio del dolor, la pérdida, el silencio o la espera. Este es el tiempo de levantarlos.
Rompe con lo viejo, camina hacia lo nuevo, y no te detengas hasta ver el Jordán abierto. Cuando el manto cambia de hombros, el cielo lo confirma con milagros.
ORACIÓN PROFÉTICA:
Padre eterno, hoy me postro ante Ti con un corazón dispuesto a romper mis vestiduras viejas. Dame discernimiento para reconocer el manto que ha caído delante de mí, y valor para levantarlo. Activa en mí la doble porción, no para gloriarme, sino para servir con fuego, verdad y fidelidad. Que mis pasos abran ríos y mi voz traiga justicia. Amén.
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